Acabas de anunciar tu compromiso, te empiezan a preguntar todos los detalles, y tú feliz contando cada uno. De pronto alguien dice ¿y vas a hacer dieta para la boda?

No hagas dieta, es un periodo en que necesitas tener energía suficiente para todas las actividades extras que tendrás en la planificación. Además, la restricción siempre lleva a la compulsión. ¿Te ha pasado que decides hacer dieta un mes, pasa ese tiempo y el primer día que ya no estás a dieta quieres comerte todo lo que se te ha antojado? Y lo haces, no sólo el primer día, sino los que siguen y pronto recuperas el peso que querías perder.

En cambio si eliges comer adecuadamente, puedes darte el lujo de probar esos antojos que tanto te gustan sin culpa alguna. ¿Cómo? Sí, si eliges una dieta balanceada en la que incluyas frutas, muchas verduras, proteínas de calidad, cereales enteros y grasas buenas; tendrás la energía que tu cuerpo necesita para funcionar de manera óptima.

Y ¿qué hacer con los antojos? Disfrutarlos. Sí, leíste bien, disfruta su olor, textura, sabor, presentación, todo, todo, todo. Cómelo lenta y atentamente. Será toda una experiencia de placer y es posible que hasta comas menos de lo que esperabas. Para saciar un antojo vale la pena disfrutarlo a plenitud y sin culpa. También ser consciente de las porciones y frecuencia, si disminuyes éstas, no tendrás que hacer dieta jamás.

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