Primero se comprometen y luego viene… ¿el presupuesto de la boda? Tal vez sea lo menos divertido de planear una boda, pero establecer -y apegarse- al presupuesto es uno de los mejores regalos que pueden darse como pareja. Para la Procuraduría Federal del Consumidor una boda cuesta $122,215, pero por lo general ¡esta cantidad es apenas el comienzo!

Así que, ¿cuánto deberían gastar en su boda? ¿Y cuánto de eso deberían usar para la comida, las flores, el lugar y la gran cantidad de gastos que surgirán? Sabemos que no hay un presupuesto único que funcione para todos, pero aquí te compartimos una guía que te ayudará al momento de preparar sus carteras.

Armen un presupuesto general

Comiencen decidiendo quién pagará la boda. La antigua tradición de que los papás de la novia tenían que cubrir todos los gastos ya no se usa. Por lo general ambas familias apoyan y los novios también. Pregunten a todos los involucrados cuánto es lo que pueden aportar y así tendrán la cantidad que tienen disponible.

Eviten el error común de enamorarse del lugar más caro, del vestido más costoso y del pastel más elaborado antes de que hablen de números. Primero hagan su presupuesto y después comiencen a visitar a los proveedores que estén dentro de su límite, no al revés.

Si se dan cuenta de que su presupuesto y los planes para su boda están totalmente desalineados -por ejemplo, si sus papás insisten en invitar a docenas de amigos pero sólo quieren cooperar con una pequeña cantidad- es necesario discutir la realidad de cuánto pueden hacer con el dinero que tienen y ajustar o el presupuesto o las expectativas.

Clasifiquen su presupuesto de boda por porcentajes

Muchos wedding planners encuentran útil el dividir el presupuesto con porcentajes. Obviamente no se trata de un esquema rígido que no pueden cambiar, pero es un buen ejemplo que les puede ayudar a no descarrilarse. Tal vez no quieran destinar la mitad de su presupuesto a la banda, a menos claro que no tengan problema con dar pizza para la cena.

   Comida: 25%

   Decoraciones, iluminación y flores: 15%

   Lugar: 15%

   Entretenimiento: 10%

   Fotografía y videografía: 10%

   Pastel: 3%

   Transporte: 3%

   Peinado y maquillaje: 3%

   Invitaciones: 2%

   Boda civil y religiosa: 10%

   Misceláneo: 4%

Sin importar cuánto organicen y reorganicen su presupuesto intenten que el lugar, la comida y el alcohol no requieran más del 40% de todo su presupuesto, pues aunque suele ser lo más caro no debe acaparar todo el presupuesto.

Cuidado con los gastos ocultos

Incluso las cosas más pequeñas van sumando poco a poco y comiendo del presupuesto. Por esta razón hay un apartado llamado “misceláneo”, aquí hay que incluir las cosas que no suelen considerarse con antelación como: tratamientos de belleza, las despedidas de ambos, la noche del hotel después de su boda, la comida de los proveedores y demás.

Manténganse organizados y mantengan un registro de sus gastos

Es imprescindible que hagan una hoja de cálculo en Google Drive y registren, primero, la cantidad estimada para cada categoría de su presupuesto. Cada vez que firmen un contrato o hagan un pago, registren lo que en verdad les costó y así sabrán qué tan cerca están de alcanzar su límite. Compártanse la lista y consideren añadir a los miembros de la familia que estén involucrados con los pagos. Esto les facilitará el proceso a todos.

No olviden que pueden negociar con sus vendedores favoritos para que se ajusten a su presupuesto y trabajen con ustedes; ofrecer el pago en efectivo y en una sola exhibición puede ser de ayuda en estos casos.

Es un proceso complejo planear una boda pero con estos consejos las cosas serán más claras, organizadas ¡y sencillas!

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Traducido y adaptado de Vogue.