¡En Wedding Shooters te explicamos los extraños orígenes de los elementos de las bodas!

Tienes que saberlo, en el fondo, las tradiciones de las bodas son realmente raras. Muchas veces ignoramos las verdaderas razones detrás de lo que estamos haciendo, así que por eso, decodificamos algunas de éstas:

El vestido blanco

En el pasado el objetivo era que la novia mostrara su riqueza, así que debía ponerse su mejor vestido sin que importara el color pues incluso podía ser negro y, además, capas y capas de pieles y seda. Al parecer al novio no le importaba que su futura esposa estuviera toda acalorada y sudorosa, siempre y cuando fuera pudiente.

Se cree que fue la reina Victoria del Reino Unido, quien reinó de 1837 a 1901, la que comenzó la moda del vestido blanco: cuando se casó con su primo, el príncipe Alberto en 1840, llevó puesto un vestido blanco con encaje, lo cual enloqueció a todo el mundo y lo sigue haciendo hasta el día de hoy.

Entregar a la novia

Si alguna vez has pensado estudiar teoría feminista y no lo has hecho, te explicaremos en resumidas cuentas lo que hubieras aprendido: todos los problemas de género de nuestra sociedad vienen del hecho de que el papá de cada familia utilizaba a sus hijas como moneda de cambio para pagar una deuda, ofrecerla simbólicamente como sacrificio para hacer las paces con una tribu enemiga o ganarse una posición social más alta.

El velo blanco

Bajo el mismo precepto de entregar a su hija, la familia cubría el rostro de la novia para que el novio no pudiera verla sino hasta que fuera el momento de besarla y no pudiera echarse para atrás.

El padrino de bodas

La verdadera función del padrino de bodas era apoyar al novio… ¡dado el caso de que tuvieran que secuestrar a la novia si los padres de ella se arrepentían de entregarla!

Igualmente, el padrino de boda permanecía junto al novio por si alguien decidía atacarlo o por si la novia decidía salir corriendo. Por esto, tenía que ser el hombre más hábil con la espada.

Las damas de honor

Antes las damas de honor llevaban un vestido parecido al de la novia, a fin de que al caminar junto a ella para protegerla confundiendo a los espíritus malvados o ¡a sus exnovios! Así sería más difícil que la maldijeran, la raptaran o le aventaran rocas...

Aventar el ramo y el ligero de la novia

En épocas pasadas, después de que los novios decían “sí acepto” la tradición era que se iban inmediatamente al cuarto más cercano a “consumar su matrimonio”, lo cual, obviamente, para que fuera oficial necesitaba de testigos.

Por esta razón los asistentes se amontonaban alrededor de la cama, empujándose para tener la mejor vista y, si tenían suerte, tomar un pedazo del vestido que el novio le estaba quitando.

A veces, los invitados ayudaban a arrancarle un pedazo al vestido de la novia mientras pasaba junto a ellos en dirección a su cuarto, pues así esperaban que se les contagiara un poco de su buena fortuna.

Afortunadamente, en algún momento, se decidió que estas costumbres eran demasiado, y en vez de eso, el novio solamente tomaría el ligero como prueba de que más adelante iba, pues, a “cerrar el trato”, y la novia aventaría nada más su ramo como símbolo de que compartía su buena fortuna.

Ahora ya conoces las oscuras razones detrás de ciertas cosas que pasan en las bodas… Debemos estar agradecidos de que ya no hay espadas ni vestidos de novia destrozados por los invitados hoy en día.

Traducido y adaptado de CNN.